Los investigadores de la Universidad de Indiana compararon a nadadores de acondicionamiento físico recreativo con aquellos que no nadaban, y encontraron que los nadadores de todas las edades tenían cinturas y caderas musculares más magras, es decir menos grasa.
Para nadar sólo se requieren tres elementos claves: traje de baño, gorra y gafas, y está listo para el agua.
¿Por qué el agua funciona?
En el agua se trabajan varios músculos, y usted puede quemar hasta 500 calorías en una hora. Si el entrenamiento es muy fuerte, puede quemar hasta 700 calorías. Y porque el agua es alrededor de 800 veces más densa que el aire, cada patada, empujar, y tirar es como un entrenamiento de resistencia para todo el cuerpo, especialmente para las caderas, brazos, hombros y glúteos. Así que además de quemar calorías mientras nada, este ejercicio le ayuda a construir masa muscular, lo que acelera su metabolismo para que queme más calorías durante el resto del día.
Una de las ventajas de la natación es que es un excelente complemento de otros ejercicios. Ayuda a evitar lesiones y además le ayuda a relajarse y liberar tensión. Usted puede nadar todos los días con un menor riesgo de lesionarse, al contrario de correr o entrenamiento de fuerza, como cross fit o pesas. De hecho está comprobado que la natación ayuda a disminuir el riesgo de lesiones en corredores y mejora el rendimiento y el aire.
Otro estudio realizado por el American College of Sports Medicine, encontró que las personas que nadan se pueden mantener jóvenes, hasta 20 años más joven que la edad real. Se observaron mejores datos en cuanto a presión arterial, niveles de colesterol, rendimiento cardiovascular, sistema nervioso central, y el funcionamiento cognitivo.
El punto de partida
La primera vez que usted nade, puede salir decepcionado de la falta de aire. No se preocupe, es normal. Esto se debe a que la resistencia en el agua requiere de mayor esfuerzo cardiovascular y muscular. Sus pulmones tienen que adaptarse a una nueva forma de respirar - no se puede aspirar el aire en cualquier momento que desee, como con los entrenamientos fuera del agua, y además la natación pone cada músculo de su cuerpo a trabajar en equipo para mantenerse en movimiento y mantenerse a flote.
La clave para una rutina efectiva de natación es realizar segmentos más cortos, combinando una variedad de trabajos e intervalos de descanso, y el uso de diferentes estilos e intensidades. No se preocupe que usted no está perdiendo el tiempo tomando descansos, ya que la natación no es como caminar, durante el cual su frecuencia cardíaca disminuye rápidamente. Su frecuencia se queda alta hasta 30 segundos después de un par de vueltas.
Rutina para empezar
Pruebe este ejercicio de inicio: Nado cuatro piscinas de estilo libre a paso moderado para calentar. Descanse durante 30 segundos. Repita cinco a 10 veces. Siga esta rutina dos o tres veces por semana durante las dos primeras semanas. Si usted no ha nadado por un tiempo, use una tabla para las primeras cuatro piscinas, luego nade sin tabla. Esto le ayudará a que se acostumbre a nadar sin tener que coordinar sus brazos y piernas. Una vez que domine este ejercicio puede comenzar a incluir otros estilos y variar la velocidad y la resistencia.
Estilos
El estilo libre es el más común y favorito, porque es fácil de aprender y se queman calorías importantes. Pero es importante mezclar estilos para trabajar más músculos. Además evita el aburrimiento. Nadar dorso ayuda a mejorar su postura al trabajar la espalda y los músculos del hombro) y pecho (utiliza los músculos de la cadera y el interior del muslo, que a menudo se pierden en otros entrenamientos).
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