Los deportistas deben adaptar su rutina de ejercicio a sus propios ritmos circadianos
Dormir es indispensable para tener un buen rendimiento deportivo y recuperarse tras la práctica de ejercicio físico. Además, la falta de sueño, tanto si se debe a dormir pocas horas como a despertarse con frecuencia durante la noche, es un factor de riesgo para sufrir lesiones y contribuye a que se produzca el síndrome de sobreentrenamiento en los deportistas.
Existe, además, una relación entre los ritmos circadianos y el ejercicio físico, de forma que el atardecer es un buen momento para realizar deporte porque mejora la fuerza, la flexibilidad de músculos y tendones, y la técnica y capacidad de aprendizaje de los atletas, mientras que practicar ejercicio con luz brillante beneficia a las personas que tienen que trabajar por turnos o padecen jet-lag, porque tiene un efecto antidepresivo y favorece la regulación de la sincronización circadiana.
Practicar ejercicio con luz brillante tiene un efecto antidepresivo y favorece la regulación de los ritmos circadianos
Por el contrario, no es recomendable hacer ejercicio por la noche, porque la actividad física estimula hormonas que intervienen en el estrés y en los estados de vigilia y alerta, y altera los niveles de serotonina y dopamina, lo que puede afectar a la calidad del sueño.
Gerardo Villa, catedrático de Fisiología de la Universidad de León, aconseja que los deportistas adapten sus rutinas de entrenamiento a su propio cronotipo –matutino, vespertino o intermedio– para incrementar su rendimiento físico, y explica que se ha observado que la siesta es un hábito que puede compensar las sesiones de entrenamiento y la falta de sueño. Así, según estudios realizados al respecto, la siesta mejora el estado de ánimo de los atletas y su rendimiento físico y cognitivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario